Las métricas definen el objetivo de nivel de servicio de un servicio específico durante un período de tiempo especificado. Se mide el rendimiento del contrato mediante la aplicación de la métrica que se ha definido para el contrato y el análisis de los datos agregados para un período de seguimiento predefinido para determinar si el nivel de servicio proporcionado coincide con el nivel acordado en el contrato. Las métricas compuestas por varios parámetros pueden personalizarse para cada contrato en función de los objetivos del contrato mediante la modificación de la declaración del objetivo, los parámetros y otras funciones personalizables.
Se pueden definir relaciones entre métricas para permitir la obtención de detalles desde informes de una métrica hasta informes de métricas relacionadas.
Las métricas se aplican a categorías de dominio específicas, por ejemplo, Tiempo de actividad mínimo, Ancho de banda media o Tiempo de respuesta de Help Desk. La categoría del dominio determina la semántica de cada métrica, incluidos la unidad de medida y el sentido de desviación desde el destino de nivel de servicio. Las categorías de dominio para dominios relacionados se agrupan en dominios del servicio.
Las semánticas de una categoría del dominio concreta siempre son iguales con independencia de la parte contratante o la métrica, pero la forma en que mide el nivel de servicio y lo que mide pueden ser diferentes. El factor común es el sentido del resultado de valor agregado frente al objetivo de nivel de servicio.
Las métricas también pueden utilizarse para otras finalidades aparte de la representación de objetivos de nivel de servicio. Por ejemplo, pueden utilizarse para calcular datos operacionales o como cálculo intermedio para fórmulas de sanción. Además, las métricas se pueden utilizar para probar módulos de lógica de negocios.
Para obtener más información sobre cómo utilizar métricas para probar módulos de lógica de negocios, consulte Uso de lógica de negocios.
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